La gestión de activos de software, conocida también como SAM (Software Asset Management), es una buena práctica industrial que le ayudará a controlar los costes y optimizar las inversiones de software en su organización y en todas las etapas de su ciclo de vida. Con ella reducirá tanto los riesgos legales, como los financieros y de imagen.

¿Sabías qué?

Con la llegada de la pandemia del Covid-19 se aceleró la adopción de este servicio de allí que muchas organizaciones se vieran obligadas a formalizar estos canales, sistematizarlos, para aterrizar y controlar los dispositivos de los usuarios remotos en tiempo real.

Beneficios de la Gestión de Activos

La adopción del software de gestión de activos permite entre otros beneficios automatizar las solicitudes de acceso a la VPN, gestionar cambios, realizar las altas de usuarios, permisos y solicitudes, así como optimizar recursos y minimizar tiempos de respuesta.

Buenas prácticas del SAM

Una buena práctica para iniciarse en la gestión de activos software es conocer la situación real de la organización, este análisis le permitirá saber cuál es el estado de las políticas y procedimientos dentro de la empresa y cómo trasladar dichos procedimientos a los empleados con objeto de que los apliquen.

Una vez realizado este análisis, el paso siguiente será el financiero, allí verificaremos el retorno de la inversión aproximado de lo que significa aplicar este software. Así mismo, se debe conocer los riesgos legales y los gaps que tiene la propia gestión de activos en el día a día, desde la compra hasta la reutilización de software.

Datos de interés

  • Una buena gestión de activos software aporta ahorros a la organización.
  • Los costes ocultos en el software pueden llegar incluso a un 60%.
  • El software no licenciado es un riesgo de multas por incumplimiento.
  • Si los empleados son capaces de instalar software ilegal, es porque fallan las políticas de seguridad y no hay una correcta gestión de activos de software.
  • Los fabricantes realizan con frecuencia auditorías de software a sus clientes.
  • SAM hace más fácil identificar lo que tienes, dónde se está ejecutando, y si existe alguna redundancia (software que no se utiliza pero que aún se mantiene).

Es posible ahorrar, y es posible ser más competitivos

Adicionalmente están las regulaciones, las posibles sanciones por evasión de impuestos y otras normativas que deberían motivar financieramente la inversión en un SAM. Las Normas de calidad ISO también apuntalan la justificación de la implantación de un modelo donde se gestione el software como activo. 

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